Vivir y dejar vivir

Cuentan que había un hombre poniendo flores en la tumba de su difunta mujer cuando, de repente, vio que un hombre bajito, de ojos rasgados (un chino), ponía un plato de arroz en la tumba de al lado. El hombre, en tono de burla, se dirigió al chino y le dijo:

- Perdone señor, ¿de verdad cree que su muerto vendrá a comer arroz?.

El chino se quedó mirando fijamente a los ojos y en tono solemne, le respondió:

- Sí señor.... en el mismo momento en el que su muerto venga a oler sus flores...."

¿Por qué nos cuesta tanto concentrarnos en nuestra propia vida pero somos expertos de juzgar y entrometernos en la vida de los demás? Si aprendiéramos a VIVIR nuestra vida, en realidad seriamos más felices. Tratar de ser feliz y dejar ser feliz, es algo de equilibrio, cuando las cosas están en equilibrio, estan en paz.